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PLAN ECONOMICO Y FINANCIERO PARA EMPRENDEDORES

Este curso te ayuda a emprender a tener claro como definir el Plan Económico y Financiero para cualquier proyecto en el cual se desea emprender.
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305 Estudiantes inscritos
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Este curso te ayuda a emprender a tener claro como definir el Plan Económico y Financiero para cualquier proyecto en el cual se desea emprender. Este aspecto es la parte medular de cualquier proyecto que te permitirá determinar si tu idea de negocio es factible o no.  La planificación es un aspecto que ninguna empresa puede dejar de lado. Sobre todo, cuando hablamos de finanzas. Esta disciplina ha adquirido muchísima importancia en el bienestar de la estructura empresarial. El plan financiero es la clave para que un negocio sea viable, se mantenga vigente y puedas planear nuevas estrategias de forma inteligente. 

Un plan financiero es un instrumento en el que se establecen los objetivos económicos de una empresa, así como las estrategias para alcanzar dichos objetivos a corto, mediano y largo plazo. Este documento suele incluir análisis de ingresos y ganancias, estrategias de inversión y un panorama actual de la rentabilidad de la compañía.

Como puedes ver, es una gran herramienta para conocer la salud económica de tu empresa y el mapa que permite tomar buenas decisiones en ese apartado. Si quieres que tu organización o negocio comience a obtener algo más que lo necesario para llegar a fin de mes, debes contar con un plan financiero.

Qué es un plan financiero a corto plazo

Un plan financiero a corto plazo es un

diseñado para obtener liquidez inmediata con un banco o ente financiero. Esto tiene el propósito de generar ganancias en un plazo no mayor a doce meses. Este documento incluye las acciones y estrategias que se llevarán a cabo durante este periodo.

Para qué sirve un plan financiero

Permite conocer el diagnóstico de tu situación financiera. Es decir, sabes a profundidad qué tanto equilibrio hay entre las ganancias y los gastos en general.

Ayuda a tener una gestión inteligente de tus recursos. Así puedes dirigir mejor hacia dónde va el dinero que ingresa a tu empresa: gastos, pagos, ahorro, ganancias.

Permite entender la viabilidad de adquirir deuda para impulsar la empresa. No importa el tamaño o antigüedad que tenga, en más de una ocasión necesitarás solicitar un préstamo o utilizar las ganancias para invertir en un nuevo proyecto, por lo que más vale que lo hagas de forma inteligente.

Presenta un panorama a futuro para nuevas estrategias. Gracias a la información que te da, entiendes mejor los riesgos que deberás tomar y cómo gestionarlos, así tus decisiones estarán sustentadas en datos reales.

Facilita la búsqueda de inversionistas. De pronto, tienes un documento con el que es más sencillo explicar las ventajas de tu negocio, cómo cumplirás con objetivos reales y atractivos, así como lo que puedes prometer a cualquiera que se interese en tu empresa.

Características de un plan financiero

El plan financiero es un documento que se actualiza cada cierto tiempo. Por lo general, el periodo de actualización está estipulado en el plan financiero.

Está basado en información financiera de la empresa demostrable y con respaldo legal.

Incluye los objetivos financieros de la empresa y los instrumentos necesarios para alcanzarlos.

Incluye un análisis de riesgos financieros y estrategias para mitigarlos.

Se utiliza para solicitar financiamiento ante las entidades financieras y bancarias.

Incluye los instrumentos de monitoreo y evaluación necesarios para garantizar la seguridad financiera de la empresa y evitar fraudes.

Objetivos de un plan financiero

Establecer un plan de inversión de forma clara.

Identificar las fuentes de financiamiento adecuadas para la empresa.

Estimar los gastos y los ingresos.

Calcular el punto de equilibrio de la empresa, a partir del cual comienza a generar beneficios.

Identificar la viabilidad del plan financiero.

Función principal de un plan financiero

La función principal de un plan financiero es definir una serie de objetivos relacionados con el crecimiento de la empresa y el modo más seguro para alcanzar dichos objetivos.

Estructura de un plan financiero: 6 elementos comunes

1. Análisis de resultados

Una vez que revisas lo que invertiste, lo que ganaste y lo que perdiste, puedes hacer un análisis de resultados que te mostrará la situación financiera de tu empresa antes de iniciar un plan financiero. Puede ser para el arranque oficial de la organización o cuando estés por iniciar un nuevo periodo.

2. Plan de inversiones o tesorería

Este elemento te da a conocer la cantidad de dinero que necesitas para iniciar tu empresa o un proyecto nuevo y para continuar su funcionamiento. Aquí se incluyen los activos fijos tangibles (equipos, mobiliario, máquinas de producción; los que tienen un año de vida, al menos), activos fijos intangibles (que le dan valor a tus clientes como las patentes, tu plan de negocio, tu sitio web, los que tienen una vida más allá de los primeros 12 meses), capital de trabajo de inicio (la inversión que necesitas para pagar lo básico que te mantiene en funciones antes de generar ganancias que las cubran: sueldos, gastos fijos de electricidad y agua, materia prima).

3. Balance

Este dato lo obtienes al calcular la diferencia entre las cuentas de activo (lo que posees) y las de pasivo (lo que debes). Por lo regular, el balance se realiza al terminar un año de ejercicio; sin embargo, te sugiero que le des seguimiento mensual o trimestralmente para tener un panorama más detallado, sobre todo si la empresa es nueva.

4. Flujo de caja

También conocido como cash flow, muestra la entrada y salida de recursos financieros en un periodo determinado. Con este seguimiento, eres consciente de la liquidez de tu negocio y si es necesario, recurrir a un préstamo o inversión externa para cubrir lo básico.

5. Análisis de punto de equilibrio

Para encontrar el punto de equilibrio, tu empresa debe obtener la misma cantidad de ingresos que de gastos. Es decir, que cuando hagas un corte de lo que has tenido que invertir contra lo que ganaste haya un empate: ni utilidad ni pérdida. Esto te avisará que tu negocio ya es rentable y entonces puedes iniciar una estrategia para comenzar a ganar más.

6. Análisis de sensibilidad

Muchos aspectos externos influyen en la vida de un empresa o negocio: el clima político, los cambios económicos a nivel nacional o mundial, las nuevas leyes que afectan su industria y mercado, además del desempeño de las ventas o el crecimiento de su oferta. Todo eso, aunque no se puede predecir con exactitud, debe tomarse en cuenta para elaborar el análisis de sensibilidad, sin olvidar que hay incertidumbres que crean tres tipos de escenarios:

El pesimista, que vislumbra un panorama que podría impactar de forma negativa a la empresa; que no se desea, pero que, al analizar el contexto que se vive, podría suceder.

El probable, es el que ocurrirá si las cosas continúan el curso que se ha detectado.

El optimista, que considera lo mejor que podría suceder, pero siempre desde un punto de vista realista, como un aumento de las ganancias en un 15 % más de lo planeado.

La idea es que las conclusiones de este análisis de sensibilidad permitan prepararte para enfrentar cualquiera de los escenarios sin que sean una sorpresa.

Ahora que conoces la estructura típica de un plan financiero, hay algunas pautas que debes seguir antes de crearlo. Estas te ayudarán a dar los primeros pasos.

Analiza en dónde está tu empresa.

Plantea los objetivos.

Establece cómo se deben gestionar los recursos.

Considera las contingencias.

1. Analiza la situación de tu empresa

Para hacer un plan, tienes que conocer el terreno desde el que iniciarás. Por ello, es importante que tengas muy claro el capital con el que cuentas, los recursos de personal, equipo y mobiliario que ya tienes, así como los riesgos a los que puedes enfrentarte. Debes investigar tu mercado, los segmentos a los que te diriges y las opciones que son viables para conseguir inversión que inyecte el impulso que necesitas.

Como parte de esto, también realiza un pronóstico de ventas que te ayude a entender cómo serán las transacciones en tu negocio. Asimismo, analiza tu flujo de efectivo.

2. Plantea los objetivos

Los objetivos tienen que ser ambiciosos, claro está, pero también realistas. No puedes convertirte en el líder de tu industria de la noche a la mañana; y si eres parte de una empresa que recién incursiona, es mejor dar un buen paso en un año que varios dejándote tambaleando. Piensa que tu crecimiento tiene que ser constante y sólido, así que es mejor que las metas siguientes te lleven poco a poco a un horizonte ideal a largo plazo, pero con otros factibles a corto y mediano plazo.

Para esto, te recomiendo crear objetivos SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y en tiempo. Por ejemplo:

«Aumentar las ventas en un 50 % en los siguientes 20 meses, al duplicar la inversión en marketing y fuerza de ventas».

«Mejorar el flujo de efectivo en los próximos 12 meses, al liquidar los créditos bancarios».

«Aumentar las ventas en 25 %, con más exposición de marca y nuevos proveedores».

3. Establece cómo se deben gestionar los recursos

Siempre considera los gastos que son constantes (como el pago de servicios, materias primas, sueldos, alquileres o maquinaria) y no priorices las utilidades únicamente. Si no logras un equilibrio o balance, como el que mencioné arriba, te será complicado alcanzar una etapa que te abra las puertas a una estrategia en la que empieces a recibir ganancias importantes.

4. Considera las contingencias

Dentro de esa gestión inteligente de tus recursos financieros, planifica qué tendrías que hacer para que, si algo sale mal, puedas mantener la empresa en funcionamiento con lo básico. Para esto, debes hacer una predicción del capital que tendrás disponible en los próximos meses. Si la gestión es correcta, lo incluirás en tu análisis. Pero si necesitas la ayuda de un experto, búscala: es mejor prevenir que lamentar.

Ejemplo de un plan financiero de empresa

Este ejemplo se basa en un caso ficticio de Empresa e iniciativa emprendedora, publicado por McGrawHill. Las cantidades no serán realistas, pero ayudarán a entender los datos que se necesitan.

Básicamente, primero se hace un plan de tesorería en el que se incluyen todos los gastos que se necesitan para arrancar una empresa. Por eso, aparece lo invertido para suministros, equipo de cómputo, alquiler del espacio, entre otros. También, se hace el registro del dinero que se percibe por las ventas o las inversiones de los socios.

Ejemplo de plan financiero de tesorería

Imagen basada en Empresa e iniciativa emprendedora

Con esa información es posible conocer la diferencia que hay entre lo que se invirtió y lo que se ganó, para entender la viabilidad de la empresa durante ese periodo.

Luego, se calcula la cuenta de resultados para saber qué tan importantes son las pérdidas, comparando las ventas, lo que tuvo que invertirse para arrancar, entre otros.

   Ejemplo de plan financiero: resultados

Imagen basada en Empresa e iniciativa emprendedora

Por último, es necesario hacer un balance para comprender qué tanto de lo que se percibe tiene oportunidad de reinvertirse para cubrir, por ejemplo, un préstamo.

Ejemplo de plan financiero: balance

Imagen basada en Empresa e iniciativa emprendedora

Uno de los datos más importantes es el de la tesorería, pues se ingresan todos los movimientos financieros que impactan en la empresa en su totalidad.

Como puedes ver, realizar un plan financiero es también un buen pretexto para conocer mucho mejor la gestión de los recursos financieros de tu empresa. A su vez, te ayudará a comprender los siguientes pasos que debes tomar para que crezca de forma saludable y sin arriesgar tu capital.

 

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